El pasado 9 de marzo los miembros del club Manuel Castillo, Fran Villanúa y Eloy Mansilla, acompañados por Alexis Edo del Trepa y Ferran Gil y Alberto Torres del Cafetín Xtrem, realizamos esta interesante y completa ascensión a uno de los picos con la silueta más atrayente del Pirineo.
Dormimos la noche antes en el aparcamiento de Sextas (1500m), en Formigal. La idea era subir hasta Sarrios (1800m) pero la carretera estaba cerrada por una valla, así que habrá que esperar a la mañana siguiente para pasar.
Tras aparcar en Sarrios y preparar todo el material, iniciamos el ascenso cargados como mulas por las pistas aun cerradas a las 8.00. Alexis, Alberto y Eloy hacen la aproximación con esquís mientras que el resto van a pie. Tras 1h llegamos al collado de Izas (2238m), que nos regala la panorámica más espectacular de toda la jornada, con todo el valle de Izas ante nosotros y al fondo las imponentes moles de Punta Escarra y la Pala de Ip esperándonos. En este punto abandonamos la estación y el grupo se separa, pues mientras que los esquiadores irán flanqueando ya sin pieles hacia el corredor Norte (300m), el resto del grupo rodeará el valle por la suave cresta de la izquierda, pasando por los picos Tres Huegas (2304m) y La Sierra (2293m).
Coll d’Izas
Ya en la base del corredor y tras ver a un esquiador bajar desde el collado esquiando, Alexis y Eloy deciden subir con las focas al menos hasta la mitad, donde la pendiente pasa de unos 45o a unos 50o, para luego bajar esquiando esa parte. La nevada caída tres días antes y las altas temperaturas de los últimos días han dejado medio metro de nieve húmeda que dificulta mucho la progresión y nos hace esforzarnos para abrir huella, sin duda la parte más física de toda la jornada. Por fin llegamos al collado (2590m) sobre las 11:30 y el tiempo ha ido empeorando, con viento, nubes y niebla que le dan un ambiente más extremo a la escalada. De hecho un par de valencianos que venían detrás deciden darse la vuelta antes del collado al ver el panorama.
Desde aquí nos aproximamos al primer resalte rocoso donde nos aseguramos y empezamos a escalar en 2 cordadas de 3. Aunque está reseñado de II+, el estado de la nieve, escasa y sin transformar, complica bastante la escalada con crampones y piolets y la colocación de seguros. Este resalte nos deja en una cornisa nevada bajo la pared donde encontramos la reunión. El siguiente largo consiste en una chimenea tumbada que sube al lado de la arista y que nuevamente nos regala nieve húmeda y roca descompuesta hasta una cómoda reunión desde donde ya se intuye la cima. El tercer largo, sin duda el más espectacular de los 3, sube por una rampa de nieve y placas rocosas hasta un bloque con cordinos 60m más arriba. Nuevamente las condiciones nos hacen esforzarnos más de lo esperado, pues aunque en las reseñas aparece como 55o y II de mixto, lo que encontramos fue algo más delicado. Desde aquí solo hay que seguir la arista unos 30m hasta la cima (llegamos a las 14h), donde el viento y las nubes no invitan a disfrutar mucho de las vistas, foto de rigor y para abajo.
El descenso hasta el collado lo hacemos con 2 rápeles y un destrepe, y tras unos minutos reponiendo fuerzas empezamos la pesada bajada del corredor siguiendo nuestra huella. Alexis y Eloy esquían desde arriba del estrechamiento, y aunque la nieve no está para muchas florituras, consiguen llegar al fondo del valle sin incidentes. Desde aquí nuevamente el grupo se separa para volver hacia el collado de Izas, unos por el valle y otros por la cresta.
Llegamos al coche en torno a las 17:30h, casi 10 horas de actividad sin apenas paradas, y después de ordenar los trastos nos vamos a Biescas a celebrar (y remojar) el ascenso. Una espectacular y completa actividad a pesar de las condiciones.