El pasado 25 de Mayo los socios Mamen Atiénzar, Ferran Gil y Eloy Mansilla nos dirigimos a Andorra para acabar la temporada de nieve con este disfrutón corredor. Varias veces nos habíamos acercado a la parte alta del Circ dels Pessons haciendo esquí de travesía (ruta muy recomendable por cierto), y la idea de subir al pico por alguno de sus corredores hacía tiempo que me rondaba en la cabeza.
El Pic Pessons (o Gargantillar) es el que da nombre al circo glaciar granítico más grande de Andorra, un lugar idílico repleto de ibones y rodeado de varios picos próximos a 3000m, como el Montmalús (2782m), Ríbuls (2827m), Ensagents (2857m) o Alt del Cubil (2833m). La proximidad a las pistas de esquí de Grau Roig permite una rápida aproximación desde el coche, pues el parking de la estación se encuentra a 2100m. Por contra, esta accesibilidad hace que los fines de semana la zona se encuentre llena de esquiadores, gente con raquetas, motos de nieve,…restándole encanto a la actividad.
Salimos del parking de la estación a las 6:00 tras pasar la noche en la furgoneta. Las altas temperaturas de los últimos días y las lluvias recientes nos hacían dudar acerca de lo que nos íbamos a encontrar allí arriba, así que nos llevamos material un poco variado: Cuerda de 60m, cuatro friends, dos estacas, dos clavos, dos tornillos de hielo y unos cuantos anillos de cinta para lazar bloques, pues en la zona media el corredor presenta un resalte con condiciones muy distintas según la época (nieve, hielo, roca o mixto).
Remontamos por las pistas ya sin nieve hasta el Estany Primer, y a partir de aquí empezamos a adentrarnos en el Circ dels Pessons con nuestro objetivo a la vista justo en el extremo opuesto. Tardamos unas 2:30h en llegar a la parte alta del Circ, pues la escasez de nieve nos obligó a cruzar los riachuelos y rodear los ibones que hace sólo unos meses pasábamos foqueando sin problemas. La parte final de la aproximación la hicimos con raquetas, lo que nos permitió avanzar a mejor ritmo por la nieve hasta la entrada al corredor, que se encuentra oculto tras un enorme espolón. Allí dejamos las raquetas y preparamos el material para ponernos manos a la obra.
El corredor empieza con una pendiente de unos 40°, y progresivamente va encajonándose y ganando verticalidad hasta los 50° que nos llevan a la zona más estrecha, llegando tras unos 100m de desnivel al resalte. En nuestro caso encontramos un cortado de nieve de unos 3m de altura que rondaría los 70°, así que decidimos asegurar el paso y montamos una reunión con una estaca y un piolet (en las reseñas indican que en la pared izquierda hay un clavo para proteger el paso, pero no lo encontramos). Después de mirármelo un buen rato decido atacarlo por el lado derecho y aprovechar los pies y manos buenos que hay en la roca, para clavar los piolets por encima del escalón y seguir, ya por nieve, unos 20m hasta un bloque donde monto reunión y aseguro el paso a Mamen y a Ferran, que suben sin problemas. Desde aquí quedarán unos 40 metros con una inclinación mayor que en la primera parte, tal vez 60° en la parte final, con la salida bloqueada por una enorme cornisa. La nieve está aun compacta y da bastante confianza, así que nos aproximamos sin encordar hasta ver aliviados que la cornisa desaparece en la parte izquierda, justo por encima de una repisa de roca que nos sirve para reposar los gemelos antes de salir por arriba. Desde aquí, ya sin nieve, remontamos andando los últimos metros hasta la cumbre.
El descenso lo hacemos por la Canal dels Isards, más amplia y con menos pendiente que la de subida, y de nuevo cruzamos el Circ dels Pessons hasta el parking de Grau Roig bajo un sol abrasador. En total unas 7 horas de actividad incluyendo paradas, justo a tiempo para bajar a comer un bocata y brindar con una cerveza muy fría.